Sijena I: El sexto sentido de la Consejera Almunia

Ayer se entregaron los Goya y hoy me reincorporo a la blogosfera con una historia que podría llevarse el premio al mejor guión… de comedia. ¿Es posible calificar de otra manera la noticia, publicada este sábado en el Heraldo, de que el Gobierno de Aragón creía haber estado negociando sobre algunos de los bienes del Monasterio de Sijena con unas monjas, en realidad fallecidas hace años, y su representante, que no era tal?

Bueno, en realidad sí es posible aplicar más adjetivos calificativos: increíble, sorprendente, bochornoso, indignante… y sobre todo muy revelador de lo poco serio y lo incapaz que es el equipo del departamento de Cultura con la Consejera Eva Almunia a la cabeza. ¿En qué manos estamos, cuando un Gobierno, con todos sus recursos, no ha sabido averiguar algo tan obvio por sí mismo? ¿Con quién estaba negociando? ¿Tiene la Consejera un sexto sentido o hay algún médium contratado por su departamento?

A partir de ahora se nos pone muy difícil a los grupos parlamentarios, por no decir imposible, poder confiar en que, cuando la Consejera Almunia, y por extensión, el Gobierno, nos responde a alguna pregunta o nos informa de algo, lo hace con conocimiento de causa. Y lo digo además como afectada directa, porque esta historia se ha destapado a raíz de las respuestas que la Consejera me ha ido dando,  a lo largo del último año y medio, cada vez que le preguntaba, como portavoz de Cultura de CHA, sobre el patrimonio de Sijena depositado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Sus declaraciones no tienen desperdicio. Leedlas, por favor, teniendo en cuenta que las dos monjas a las que se refiere en todo momento llevaban ya muertas varios años  (almunia-sijena.pdf).

Debería caérseles la cara de vergüenza a la consejera responsable de Cultura, Eva Almunia, y a este Gobierno, que debe depurar responsabilidades ya, de manera inmediata, puesto que este escándalo les deja absolutamente sin credibilidad. Esta mañana he ofrecido una rueda de prensa para exigir la dimisión de la consejera y, si no lo hace en los próximos días, pediremos su reprobación en las Cortes de Aragón.

Hasta el momento, la Consejera ha escogido su técnica preferida, la del avestruz. Supongo que debe ser difícil dar la cara con este asunto que está ya generando todo tipo de reacciones. Un ejemplo lo tenéis en el blog de APUDEPA.