Aragón no cuenta para Zapatero en el debate de política general

El discurso del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso durante el debate de política general,  que seguí ayer con atención, me pareció básicamente un listado de medidas efectistas y de escaparate: el tono estuvo mucho más cercano a un mítin electoral que a un discurso de Estado. Para ser que Zapatero quiere suprimir la publicidad de la televisión pública, a él le vino muy bien tener una hora sin cortes para hacer publicidad de sí mismo.

Eché de  menos un eje coherente en el que engarzar todas las medidas presentadas, que, no voy a negar, pueden dejar contenta a gente que se vea beneficiada por alguna en concreto, pero que no responden a lo que la ciudadanía necesita.  Zapatero no habló de temas que preocupan en Aragón y, en este sentido, lamento, una vez más, la ausencia de la voz aragonesista que había sido CHA hasta la fecha en el Congreso. Creo que toda la ciudadanía aragonesa vio ayer, de forma palpable, que Aragón no cuenta para este Gobierno (a pesar de que el Presidente aragonés estuvo presente en el hemiciclo no hubo ni una mención, ¡aunque hubiera sido sólo por cortesía!, hacia nuestra Comunidad). ¿Decepcionante? Por esperable no, pero sí frustrante.

En asuntos clave, como la financiación local y autonómica, Zapatero se limitó a lanzarlas hacia delante con un nuevo plazo; no hizo ninguna referencia a la política hidrológica o cómo va a abordar, durante la gran oportunidad que supone la presidencia española de la UE este próximo año, el problema de las comunicaciones transfronterizas. En su lugar anunció medidas que comprometen a las Comunidades Autónomas sin contar con ellas, como con las ayudas directas a la compra de coches, que habrá que ver cómo acoge  ahora el Gobierno de Aragón, que había medio anunciado algo similar pero estaba a la espera, según Iglesias, de los movimientos de los «jefes» de Madrid (una vez más). 

Desde luego, el Presidente Zapatero ha dado la impresión de estar recién llegado, como si no llevara gobernando 5 años ya y no tuviera ninguna responsabilidad en algunos de los problemas que ahora dice querer atajar, entre ellos, el primero, la crisis económica que hace sólo un año estaba negando.